La majestuosa cordillera es uno de los atractivos más comunes para los que disfrutan de la naturaleza. Pero...
¿Qué pasa si tienes un vehículo eléctrico? El frío, las pronunciadas pendientes, la altitud, ¿no reducen la autonomía?
Para comprobar esto, viajamos a la cordillera en vehículo eléctrico con nuestro amigo Awto a ver qué tal nos iba subiendo a Farellones, un lugar icónico de la Cordillera de los Andes en Chile. Estos fueron los hitos más importantes.
Nota: Si solo quieres ver el resumen rápido, aquí te dejamos el video con los Highlights.
Para entender bien los resultados de este viaje a la cordillera, debemos considerar los siguiente datos:
La subida a Farellones desde Santiago es bien conocida por ser una de las más empinadas, con más de 40 curvas numeradas, lo que presentaba un interesante desafío que documentar. Estos son los hitos más importantes:
Cuando llegamos al punto en dónde comienza la subida, teníamos un 85% de batería y el tablero marcaba 260 km de autonomía.
Nuestra velocidad era entre 30 y 40 km/hr en las curvas de subida.
En la curva n°10 teníamos 78% de batería y 213 km de autonomía proyectada.
En la curva n°20 teníamos un 73% de batería y 196 km de autonomía proyectada.
En la curva n°30 teníamos un 71% de batería y 189 km de autonomía proyectada.
Al llegar a nuestro punto de destino, en la cima, teníamos 67% de batería y 181 km de autonomía.
Nota de viaje: Aunque se observaba una reducción de batería y autonomía proyectada, el vehículo eléctrico se comportó súper bien en las curvas de subida, sin perder fuerza ni emitir ruido alguno, a diferencia de los vehículos a combustible, que se notaba que realizaban un sobre esfuerzo adicional.
Al llegar a nuestro destino, el poblado de Farellones, aún teníamos 67% de batería, más que suficiente para ir a recorrer el lugar y sus alrededores.
Llegamos hasta los 2.400 metros de altitud, marcando 65% de batería y 175 km de autonomía.
El lugar era hermoso, y aunque el clima es bastante helado en la nieve, el vehículo eléctrico no presentó ningún problema por las bajas temperaturas o la altura.
Al emprender el retorno desde la cima, teníamos 65% de batería. Esto es más que suficiente para volver con tranquilidad, ya que al ser un camino de bajada, no solo se gasta menos energía sino que es posible recuperar un poco.
Pusimos el modo ECO 3 para aprovechar el frenado regenerativo y recargar un poco de batería en la bajada empinada.
Al llegar nuevamente al punto de origen, para nuestras sorpresa habíamos subido a 70% de batería y 336 km de autonomía. Es decir:
Es decir, en todo el viaje, gastamos un total de 20% de batería.
¿Nada mal, verdad?
Altitud, frío y pendientes suelen ser las principales dudas al viajar a la cordillera en vehículo eléctrico, pero la verdad nos fue más que bien, y aquí te relatamos las conclusiones de nuestra experiencia.
Un vehículo eléctrico no tiene problemas con las pendientes empinadas, ya que al no tener marchas como un vehículo mecánico, no pierde fuerza en las subidas inclinadas y puede regenerar energía en las bajadas. Solo se debe tener en cuenta, como es lógico con cualquier tipo de vehículo, que cuando la subida en pendiente es muy empinada, se realiza un mayor esfuerzo y consumo de energía.
En las pendientes de bajada, es otra historia, ya que los vehículos eléctricos pueden regenerar batería. En este viaje pudimos observar como el sistema de regeneración hace que aumente el porcentaje de batería en un 5%, aumentando la autonomía proyectada a más de 300 km.
Si bien es cierto que el frío puede reducir temporalmente el desempeño de las baterías de los vehículos eléctricos, en general, un vehículo eléctrico no tiene mayores problemas con las temperaturas bajo cero grados Celsius.
Un estudio del 2019, demostró que con temperaturas menores a 20°F (-7° grados Celsius) la autonomía de algunos modelos eléctricos disminuye un 12% en comparación a valores con temperatura ambiente (24°C).
Fuente: American Automobile Association, Inc. 2019.
En palabras simples, hemos sabido de problemas con las baterías de vehículos eléctricos en temperaturas bajo cero constantes, pero esto es una mayor preocupación para regiones con inviernos nevados y prolongados, como países nórdicos o cercanos a los polos.
En todo caso, cualquier vehículo tendría problemas si estuviera cubierto de nieve ¿o no?
A gran diferencia de los vehículos a combustión, la altitud no influye en los vehículos eléctricos de la misma manera, ya que no requieren de una entrada de aire ni oxigeno. Esto en realidad es un punto muy a favor de los vehículos eléctricos, ya que en altitud el oxígeno está menos disponible para los vehículos a combustión, lo que reduce su rendimiento y aumenta el consumo de combustible.
Es decir, los vehículos a combustible se pueden “apunar” por la falta de oxígeno (mal de altura), los vehículos eléctricos NO.
Por el contrario, subir a la cordillera en vehículo eléctrico es mucho más económico que subir en vehículo a gasolina. Sobre todo si consideramos el costo del combustible que incrementa día a día.
Para este viaje cargamos 50% de la batería del vehículo eléctrico por unos 10 mil pesos chilenos ($12 USD), y en todo el recorrido utilizamos menos de la mitad de esa carga, gastando unos $4.500 pesos chilenos aprox, un poco más de $5 USD.
Para subir en un vehículo a gasolina e ir con tranquilidad, habría que cargar al menos unos 20 mil pesos chilenos. Ya que si calculamos, un vehículo a combustible con un rendimiento de 10 km x litro de gasolina en subida, necesita al menos 10 litros de gasolina para completar el viaje. Considerando un valor de $1.300 pesos el litro de gasolina en Chile, esto sería $13.000 pesos chilenos, algo así como $16 USD.
Para este tipo de viajes, la recomendación es siempre salir con suficiente batería, entre 80% y 90% es bueno. Nunca se va a usar toda en un viaje a la nieve, pero por si acaso surge algún imprevisto, como un taco demasiado largo en subida o se necesita quedarse un día más en el sector. La mejor forma de disfrutar el viaje es andar con batería de sobra.
Con el mapa evsy es posible conocer todos los puntos de carga que existen en la ciudad, así puedes cargar donde sea, pero en la cordillera no hay puntos de carga.
Es interesante mencionar que, al andar por la cordillera, mucha gente nos miraba con curiosidad, como si nunca hubieran visto un vehículo eléctrico en la nieve. Eso indica que aún hay mucho desconocimiento sobre las capacidades de la electromovilidad actual. Quizás todavía se piensa que son vehículos para andar solo en la ciudad en tramos cortos, de juguete, o quién sabe. 🙃